jueves, 7 de abril de 2011

Lolita

I

Manuel Villarreal. Pederasta. Es el único amigo que durante muchos años tuve, solíamos tomar café en Coyoacán todos los viernes, un poco de música árabe en su Tsuru y después una niña de entre 12 y 26 años que terminaba revolcándose con él en la parte trasera del carro mientras yo regresaba a casa.

Durante un par de años esto funcionó como lo planeamos, pero el destino lo hizo dar clases de Literatura en una escuela oficial de Xochimilco y esa fue su ruina y el término parcial de nuestra amistad.

Comenzó a salir con una de sus alumnas, después dos, luego tres, al final catorce, hacia el amor tres veces al día, cinco días a la semana. Dejó de salir conmigo los viernes, las alumnas lo absorbían.

Intenté sin resultado persuadirlo y hacer que evitara las relaciones con sus alumnas ya que éstas le habían causado un sinnúmero de problemas, principalmente con uno de los padres que se entero de la situación por boca de su propia hija.

Los problemas se fueron agravando y terminaron corriéndolo de la escuela, se cambió de casa pues las amenazas aumentaron y se agudizaron.

De eso hace ya tres años, ahora, vendemos pornografía infantil en un conocido mercado del D.F., ha dejado atrás sus tendencias pederastas y decidió adoptar mi estilo de vida, vive conmigo y cuando las bodas gay se legalicen formaremos una familia.

II

Ser gay no es ningún problema, vivo con mi novio, vendemos pornografía en el Chopo y tenemos planes de boda; los problemas reales los tuve hace algunos años, cuando en busca de estabilidad económica encontré trabajo como profesor de Literatura en una escuela cerca de mi casa, ahí es donde todos mis temores se hicieron realidad.

Siempre he sentido atracción por las niñas pequeñas, ahora lo oculto para no molestar a mi pareja pero en esa época solía salir con mis alumnas.

La primera que salió conmigo se llamaba Rosita, digo se llamaba pues ahora usa el nombre de “Anais” y se presenta los jueves por la noche en un lugar para adultos, tenía quince años y cursaba primer semestre, me comentó que a Susy le gustaba y así llegó la segunda, llegué a salir con catorce hasta que Marta me delató, su padre quiso golpearme y aseguró me mataría, al poco tiempo lo encontraron muerto, dicen que se suicido, de esa historia preferí no investigar, ya que temí ser inculpado, hay veces que la justicia se equivoca y yo no quiero pasar por ese tipo de cosas. Me corrieron de la escuela y algunos padres visitaron mi casa, a uno de ellos lo sigo viendo, hace cine gay y de vez en cuando le hacen falta actores.

viernes, 1 de abril de 2011

AMANECERES HÚMEDOS

Mañanas fálicas en las que recostada sobre mi pecho enciendes la pasión con calidos gemidos virginales, tus continuos orgasmos me encubren con mascaras sensuales y el holocausto líquido de tu néctar vaginal escurre lento sobre mi, extraviado en el asfalto de tu vulva descubro sembradíos de semen lúbrico y tras un espasmo de ávido goce carnal me pierdo en tus coyunturas.

lunes, 28 de marzo de 2011

Dama Nocturna

Sentada a solas relato esta carta en la que describo los acontecimientos más lamentables de mi existencia, sé que hay secretos que deben morir en la memoria de un hombre, pero hoy que me acecha la sombra de ríos de muerte debo confesar lo que entre el verano de 1984 y la primavera de 1993 me ocurrió ya que temo por mi vida y la de todo aquel que esté en la oscuridad.

Recuerdo bien aquella noche en que la conocí, mi madre, enferma de gritos fue a mi habitación y por primera vez apretó el interruptor, creando total oscuridad, poco a poco fui sintiendo cómo el frío se acercaba a mí y hundido en un mar de pavor intente gritar sin conseguir ningún resultado, de pronto sentí una caricia en el rostro y víctima de pánico cerré los ojos y después de una serie de abruptos espasmos perdí la razón, el primer rayo de sol que azaroso entro por mi ventana me despertó, con las piernas temblorosas corrí al cuarto contiguo para ahí, hallar a mis padres muertos.

Es casi repetir lo mismo salvo las consecuencias, de noche oigo ruidos y tras un relámpago mi casa queda a oscuras, corro impulsivamente al tocador de mi recámara para coger un fósforo y encender una vela pero en el intento tropiezo y caigo rodando sobre el tapete azebrado que adornaba el pasillo, confuso y aterrado siento una caricia en la cara que me hela la sangre y paraliza el cuerpo. Después de unos minutos las luces de mi casa se encienden y con ellas recobro la movilidad, corro a buscar a mis hermanos pero es en vano pues se me ha adelantado.

En este momento, casi 15 años después y alumbrado por la luz de un frasco con luciérnagas, sé que mi destino es enfrentarla y sin miedo a lo que pueda ocurrirme lanzaré por la ventana este recipiente y esperaré con los ojos abiertos su helada caricia.

viernes, 25 de marzo de 2011

PIEL DE CONTRABAJO

Composición Musical (1ª Sinfonía)

Acto Primero


Acaricio tu piel de contrabajo, suaves notas emanan de tu vientre y chocan bruscas con los ásperos gemidos que te provocan mis caricias, me susurras notas que apresuro a escribir en partitura, y mi cuerpo, entre acorde y acorde acordándose va de tus besos.

Dibujo en tus formas mi guitarra y no atino a afinarla, pues los sobresaltos de la sístole no dan tiempo a la diástole y entre espasmo y espasmo desafino y pierdo el compás. Miro tus piernas de acordeón y tu sexo olor a frutas secas me recuerda viejas canciones, un tono más arriba y el ritmo de tu cadenciosa cadera me sumerge en lugares exóticos con danzas árabes y castañas en los dedos. Después la calma (silencioso espacio entre los versos) me recuerda la nota que olvide colgada en tus orejas, vacilo al atraparla entre mis dientes, la encierro con el candado de mi barba, pero, cual ágil oponente se escapa para ser tocada.

La vibrante emoción del coito revela nuevas coplas y tras el orgasmo una melodía suena y llena el escenario, los aplausos no paran, el excitado público se pone de pie y tras una reverencia cae el telón.

lunes, 21 de marzo de 2011

La penúltima plaga

Manchado de oscuridad pura Dante decidió darle fin a su miedo y con el palo de la escoba rompió la bombilla que iluminaba su habitación haciendo brotar un rio de negrura que le empapó los pies y heló la sangre.

La noche siguiente, ávido de sombras destruyó el gran farol que adornaba su jardín trasero e inmerso en un el lóbrego chorro que de ahí emanaba acerco el cuerpo para mojarse por completo sintiendo así un escalofrío que lo recorrió de pies a cabeza.

Ansioso le dio a la oscuridad garras para devorar la luz, esperando con esto superar su temor y así, poco a poco y foco a foco las sombras se apoderan de cada rincón y nos inundan con putrefactas tinieblas.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Esferográfica

Mi pluma toma la forma de un ser de afilados dientes y corazón ausente que se hace llamar Amor, poderoso y mutante pero a la vez débil e inamovible. Y mientras mi mano y bolígrafo se fusionan, mi cabeza da vueltas pensando en aquella mujer que victima de un repentino “cambio de humor”, me dejo y se fue a vivir con la otra, esa otra que era mi amiga y que termino siendo su amiga, y cada instante soy más pluma y menos yo, y hasta dejo caer en las escupideras babas negras o azules o algunas veces tinta roja.


Mientras más esferográfico soy más entiendo el amor, veo desde la ventana que me crucifica al abrirla, a las parejas que de la mano caminan por el parque, oigo a los matrimonios discutir por todo para después arrancarse las ropas en reconciliación, descubro amantes y amados y uno que otro descarrilado.


Mi pluma toma mi cuerpo por completo, ya no soy más el hombre que antes fui, y huyo del papel y me escondo entre las cosa ya que no atino a escribir sobre mi, intento evadir la mano que me toma y ya en ella, me fusiono otra vez, pues no vaya a ser, que hoy este de suerte (que el azar baraje mi destino y al repartir me de corazones) y mi nuevo portador si sepa hablar de amor.


J. R. Díaz

martes, 23 de marzo de 2010

De ahorcados y colgados

Inmóvil, inerte, colgado yacía el cuerpo de aquel ahorcado, hay quienes dicen haber visto cuando todavía movía a espasmos los pies, cuando el instinto luchaba contra la razón, con la sangre en la boca, con la soga al cuello.

Maria Luisa me avisó, llegó corriendo, gritando, llorando, después, desapareció, algunos dicen que se colgó de un árbol.

Lo conocí tiempo atrás en una cantina, platicando de colgados, de ahorcados; su padre se colgó una noche de verano años atrás.

A mi abuela la colgaron, ocurrió en Salem, era bruja, eso fue lo que dijeron, lo que se cuenta.

Inmóvil, inerte, colgado yace mi cuerpo ahorcado.

J. R. Díaz